lunes, 2 de noviembre de 2009

KIMMY EL PEGASO

Duarte Peña Alejandra

Había una vez, una niña llamada Jasmine que vivía junto con sus papás y sus gemelos hermanos en una pequeña casita lejos de la ciudad, donde lo que reinaba era la tranquilidad.

En uno de sus cumpleaños sus papás le regalaron una yegua rosa a quien llamó Kimmy.

Jasmine se encariñó mucho con Kimmy porque a su lado creció y compartió momentos fantásticos como con una perfecta mejor amiga; Kimmy se convirtió en alguien muy especial para Jasmine.

Una noche mientras dormían la pequeña Jasmine y su familia, una luz muy brillante iluminó el jardín trasero de la casa, la cual provocó que Jasmine se despertara y de inmediato se asomara por su ventana para ver que estaba ocurriendo. De pronto, esa luz desapareció como por arte de magia y Jasmine recordó que Kimmy se encontraba durmiendo en ese lugar, entonces corrió hacia la recamara de sus hermanos para despertarlos y contarles lo que había sucedido.

Tras haberlos enterado de lo que ocurrió Jasmine y sus hermanos decidieron bajar para ver lo que había pasado, entonces, al abrir la puerta que daba al jardín vieron que Kimmy estaba dormida, como si nada hubiera ocurrido. De inmediato los niños corrieron a ver si no le había pasado nada y se dieron cuenta de algo inimaginable: a Kimmy le habían salido un par de enormes y hermosas alas de color blanco resplandeciente. Los niños no lo podían creer, a su pony le habían salido alas.

­ ― ¡No esto no es posible, Kimmy! ¿Estás bien?, dijo Jasmine.

Pero Kimmy parecía estar muerta, no se movía para nada y los niños comenzaron a gritarles a sus papás para que vieran lo que le había pasado a Kimmy.

― ¡Papá! ¡Mamá! Vengan rápido por favor ¡Kimmy ha muerto!, gritaban desesperadamente los niños.

― ¿Qué pasa? Dijeron los padres

― ¡A kimmy le salieron alas! Dijeron los niños

― Pero hijos ¿cómo creen? Dijo el papá

―Si papá, mira ven a verla, ¡anda, ven!

El papá se acercó poco a poco donde estaba Kimmy y comenzó a moverla, le pidió que por favor se levantara.

―Vamos Kimmy, arriba, anda vamos pequeña, te necesitamos.

A la mamá de Jasmine corrió a la casa y llamó al veterinario para contarle lo que estaba pasando con Kimmy, el veterinario de inmediato acudió al llamado de la señora.

Le puso un pequeño piquetito a Kimmy en la pierna y aguardó; Kimmy poco a poco fue reaccionando hasta levantarse por completo, agitando sus grandes alas.

― ¡Santo Dios! ¡Kimmy es un Pegaso! Dijo el veterinario.

Todos se quedaron boquiabiertos, al ver que Kimmy se había convertido en un Pegaso.

― ¡Wow! ¡Qué Padre! ¡Yupi tenemos un pegaso! Gritaban los niños

― ¡Claro! Como digan pero saben bien que Kimmy no será únicamente para su beneficio, recuerden que es mía y yo se las prestaré solo un ratito ¿de acuerdo? Dijo Jasmine.

―Muy bien niños, ya es tarde y mañana hay escuela así que a dormir, muchas gracias doctor ¿Cuánto le debo? Dijo la mamá.

―No es nada señora, esto es algo que no suelo ver en mis visitas, descuide, todo está bien. Dijo el veterinario.

Todo parecía haber vuelto a la normalidad para la familia, en especial para Jasmine, ya que ahora, Jasmine volaba a donde quería con Kimmy, se divertían bastante.

Pasaron 6 años y Jasmine había terminado la preparatoria, por lo que sus padres tenían que darle la noticia de que debía continuar estudiando en la Universidad, pero que la Universidad a la que iría estaba en la ciudad y por lo tanto debía dejar su casa para mudarse a la ciudad,

Al principio Jasmine no podía comprender que ya no iba a ser posible estar a lado de Kimmy, para ella era imposible alejarse de Kimmy, simplemente no era posible para ella alejarse de su mejor amiga y de su familia simplemente para estudiar en un lugar que para ella, estaba lleno de personas con extrañas y locas ideas en su cabeza.

Sus padres dejaron que Jasmine se tomara unas pequeñas vacaciones antes de entrar a la Universidad de Disney donde estudiaría por 5 años.

Así que la ahora joven Jasmine aprovechó al máximo los últimos momentos que pasaría con Kimmy y su familia antes de irse a la Universidad para estudiar en una carrera donde le fuera posible crear algo que le sirviera para entender mejor a Kimmy.

Por fin llegó el día de entrar a la universidad y de escoger la carrera, Jasmine estaba muy nerviosa y confundida pues aún no sabía qué carrera debía escoger.

― Buenos días compañera ¿En qué carrera te inscribo? Preguntó una secretaria

― Mmm… aún no estoy segura señorita, ¿En qué carrera puedo diseñar y crear cosas con tecnología y todo eso? Dijo Jasmine.

―No hay mejor carrera para hacer eso que Ingeniería Biomédica compañerita, yo te la recomiendo, pero tú tienes la última palabra. Dijo la secretaria.

―De acuerdo, elijo esa, gracias señorita. Dijo Jasmine.

Desde ese momento Jasmine se dedicó a diseñar y crear un artefacto al que llamó Wall-e un robot del tamaño de un microchip que tenía la capacidad de interpretar lo que los animales decían cuando su entrenador les llamaba o se trataba de comunicar con ellos.

Así pasaron los 5 años de la universidad y Jasmine trabajó arduamente en Wall-e para perfeccionarlo cada vez más para lograr que no sólo funcionara en Kimmy sino en todos los animales del mundo y que las personas nunca se separaran ni dejaran de entender a los animalitos.

Al término de la universidad Jasmine consiguió el premio al mejor invento del año por Wall-e y se hizo muy famosa en el medio científico y Wall-e muy comercializado en todo el planeta, haciendo a Jasmine una de las personas más ricas del Mundo.


1 comentario: