Alberto Jair Gutierrez Santiago
La ciencia en nuestros tiempos suele ser muy devaluada tanto por personas de nuestra misma generación como por el gobierno u otras instituciones.
Este problema nos lleva a preguntarnos ¿ Será difícil enseñar ciencia?, la respuesta a esa pregunta (en términos particulares) es bastante sencilla, y es que si en realidad la ciencia fuera difícil se vería como un privilegio para algunos seres superdotados, sin embargo, la ciencia se abre para todo el mundo y la mayoría de nosotros con algo de atención podremos comprender con bastante comodidad muchos de los conceptos de la ciencia moderna.
Tanto como por nuestro pensar como por nuestra cultura conformista (hablo de la mayoría de la raza humana), la ciencia se ha considerado como hecha para individuos con una capacidad mental superior a la de los demás, lo cual es falso en toda la expresión de la palabra. En la antigüedad la ciencia (como disciplina) se inicia en Grecia con los Jonios1, los cuales intentaron dar una explicación sobre el universo diferente a la conocida hasta el momento sobre dios o dioses creadores de todo lo que existía, ellos creían en la razón masa-energía y en las fuerzas de la naturaleza como creadoras del universo.
Empero, todas estas teorías de los jonios fueron rotundamente rechazadas por grupos como la iglesia debido a que las consideraban como herejía y los creían y los llamaban escépticos, debido a todo esto los jonios no son tan reconocidos por sus teorías como un Aristóteles, un Platón o un Demócrito. Esto conlleva a otra pregunta, ¿La iglesia y/o grupos radicales han detenido el avance de la ciencia?, esta respuesta es más que obvia, teniendo como gran ejemplo la época de la inquisición y el oscurantismo, la iglesia siempre ha sido factor importante para impedir el avance de la ciencia, siempre ha existido un conflicto eterno entre iglesia-ciencia y en muchas ocasiones (y es triste decirlo y admitirlo) la iglesia ha llevado la delantera por su inmenso poder de mover masas. Pero por algo la ciencia ha sobrevivido a lo largo de tantos y cuantos siglos, lo cual quiere decir (y refuerza el punto visto al principio),que la ciencia no es algo difícil de aprender,más bien, es una de las disciplinas más hermosas de las cuales el hombre pueda tener el gusto de haber descubierto.
La ciencia es relativamente nueva en la vida del ser humano, pero esto no quiere decir que esta sea una materia difícil de enseñar o difícil de aprender, es más, como es un nuevo descubrimiento ( por así llamarlo) todos y cada uno de los que nos dedicamos a esto estamos en la obligación de incrementar el avance de este ámbito y enriquecer de conocimientos y descubrimientos a esta materia tan hermosa como lo es la ciencia en cada una de sus expresiones.
1 Carl Sagan, El mundo y sus demonios, Ed. Planeta, 1996, PP. 336
Tema: Preguntas estúpidas, ¿En realidad lo son?
Muchas veces como alumnos politécnicos de primero de ingeniería creemos que nos comemos al mundo de un solo bocado, creemos que todo lo que sabemos es la verdad absoluta y no vemos más allá de nuestra nariz. Es cierto que como estudiantes de nivel superior tenemos ciertas áreas del conocimiento más fortalecidas que muchos otros, más sin embargo no deberíamos sentirnos ya como todos unos científicos, en muchas ocasiones no nos detenemos a pensar un poco en el porqué de muchas cosas, ¿Por qué las llantas de un carro son negras?, ¿Por qué el cielo no se cae?, ¿Porque los arboles tienen el tronco café y las hojas verdes? y así podríamos seguir una lista interminable sobre situaciones cotidianas que nosotros damos por hecho que son así, pero no deberíamos de dar todo por absoluto.
Este tipo de preguntas son a lo que muchos (la gran mayoría) llamamos preguntas estúpidas, mas sin embargo no los son, muchas de estas preguntas son las que conllevan a un razonamiento científico de calidad.
Muchos de los científicos más grandes llegaron a sus enormes teorías y leyes partiendo de un cuestionamiento simple, lo que en la actualidad hemos perdido como estudiantes y principalmente como seres humanos.
La sociedad de nuestros tiempos tiene tan satanizada la idea de que hagamos preguntas que muchos dan por hechas, que destruyen y aplastan ilusiones (por mencionarlo de una forma trágica y dramática) de algunas personas que tendrían potencial para poder llegar a ser grandes científicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario