lunes, 24 de agosto de 2009

LA CIENCIA A LO LARGO DE LA HISTORIA

Martínez Hernández Guadalupe Ana Gabriela

Hablando de ciencia, a todos se nos viene a la mente un concepto de varias definiciones complicada, cálculos precisos, e incluso una recopilación de diversos elementos complejos que a veces nos subestimamos en entender. Sin embargo, la ciencia esta en todo lo que nos rodea, es aplicación continua en nuestro mundo cotidiano, y ha existido desde hace muchísimos años de una u otra manera.
La ciencia se ha desarrollado como un método para explicar aquellos fenómenos que en algún momento se le atribuyeron a alguna divinidad mediante la superstición de la que fue presa el hombre en un inicio. No nos referimos únicamente a aquellos genios griegos que nos abrieron un camino amplio desde la filosofía hasta la astronomía pasando por la física y demás ramas, sino a todo aquello que consiste en el estudio minucioso de un acontecimiento en busca de una razón lógica de su existir
En las diversas sociedades de nuestro mundo, la ciencia ha jugado el papel más importante de desarrollo, simplemente es un camino a la sobrevivencia, si no comprendemos lo que nos rodea, tampoco podremos aprovecharlo, y para ello la única posibilidad existente, es el análisis.
No obstante, la evolución de la ciencia, también es un aspecto importante a ser evaluado, continuamente ésta se ve afectada por la falta de interés del ser humano por introducirse en áreas que considera difíciles debido a su exactitud, y por la falta de motivación a darla a conocer de aquellos que ya están dentro de este campo, al considerar que, la mayoría de las personas no son aptas para seguir el paso a un proceso llego de tecnicismo e información que, no olvidemos, ellos no tenían al nacer y fueron aprendiendo.
Pienso que un conocimiento que no es trasmitido es un conocimiento nulo, pues no podemos considerar algo como cierto en su totalidad, una investigación debe valerse de herramientas que se encuentren a la vanguardia para poder determinar posibles errores o confirmar teorías, y si no hay nadie que continúe con estos experimentos, la investigación pierde su sentido.
Pero desgraciadamente en la actualidad hemos perdido toda aquella intensión de investigar, conocer y descubrir, damos por hecho cualquier argumentación por absurda que nos parezca, simplemente nos remitimos a aplicarla tal cual se indica, pero seria de mucho beneficio que pudiéramos cuestionarnos principios básicos y de esta manera motivar nuestro espíritu investigador y científico que desgraciadamente se ha venido abajo por causa de ideologías sociales que indican que los científicos lo saben todo. Sin embargo, la historia no miente, y nos indica que la mayoría de los científicos más prominentes han cometido errores garrafales que alguien se dispuso a corregir, quizá ese alguien podría ser el día de mañana alguno de los estudiantes que hoy leen un libro y dan por real todas las teorías que les dejan de tarea.
Uno de los problemas fundamentales es el entorno en donde se crece, pues de una u otra manera, todos nacemos con curiosidades sobre el mundo que nos rodea, pero el fortalecer esa curiosidad es la base de todo buen científico, contar con las herramientas necesarias para desarrollar un espirito investigador es sin duda la clave en este proceso. No podemos pedir obtener un gran científico de una familia en donde no se cuenta con los recursos para proveer de libros a un niño, para mandarlo a una escuela en donde se le pueda inculcar el hábito de estudiar, en donde su ganas de conocer se vean limitadas a preferir cubrir sus necesidades básicas. En contradicción con esta hipótesis tampoco obtenemos científicos en aquellas partes en donde los niños cuentan con tecnologías de punta para el desarrollo de sus preguntas más intuitivas, que a pesar de todo, no obtienen respuestas, porque no solo se requiere de instrumental también se necesita de un guiador que nos inculque aspectos básicos y nos ayude a desarrollarnos, el papel que jugaría según el concepto, un maestro.
A pesar de esto, y sabiendo que es de suma importancia, la mayoría de los científicos ya adentrados en la materia no se preocupan por instruir a un pupilo, regularmente no buscan trasmitir el conocimiento o quizá no cuentan con esa habilidad pues en mi muy humilde punto de vista no es lo mismo aprender que enseñar y no todos aquellos que saben mucho son capaces de enseñarlo. Y es en este punto en donde caemos continuamente, pues sin ir muy lejos vemos que la mayoría de los profesores que tenemos son todo excepto eso, ‘profesores’ pueden llegar a ser excelentes científicos pero para poder dar a conocer algo con éxito no basta con saberlo.
Pero a resumidas cuentas, la sociedad sigue siendo el factor detonante de la evolución de un sinfín de eventualidades, y la ciencia no se escapa de ella. Ya que es sumamente difícil ser reconocido ante la sociedad si eres un científico, a menos que seas uno muy brillante como para descubrir ‘el hilo negro’, siempre será más fácil ser un deportista o un cantante famoso, o en apariencia eso es lo que nos han hecho creer. Pero todos sabemos que nada en esta vida es fácil y si de ciencia hablamos, deberíamos considerar que de cualquiera manera nos alcanzara, pues para triunfar de ella no de debemos escapar.

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